Tarot y otras barajas
La baraja del tarot pasa de ser un juego de cartas medieval para algunos, como un juego espiritual para otros; considerado con fines terapéuticos, meditativos o incluso adivinatorios.
Proviene de China, se data en el siglo IX. Los mongoles la introdujeron en Irán y posteriormente pasó hacia Egipto y Turquía. Por donde finalmente entró en Europa aproximadamente en el siglo XIV por Italia, donde se adecuó al cristianismo.
Se compone de 78 cartas que se dividen en los arcanos mayores y los arcanos menores. Los arcanos mayores se componen de 22 cartas del 0 al 21 y cada una tiene un personaje con un significado. Los arcanos menores se componen del resto de cartas; es decir, 56 cartas, y se dividen en cuatro palos puntuadas del As al X más la corte (el paje, el caballero, la reina y el rey).
Los arcanos mayores de la baraja del tarot se componen por esas 22 cartas, y sus personajes son los siguientes:
El loco, el mago, la sacerdotista, la emperatriz, el emperador, el hierofante, los amantes, el carro, la fuerza, el ermitaño, rueda de la fortuna, la justicia, el colgado, la muerte, la templanza, el diablo, la torre, la estrella, la luna, el sol, el juicio y el mundo.
Los arcanos menores de la baraja del tarot se componen por 56 cartas de los cuatro palos, corazones, diamantes, tréboles y picas que a la vez están numeradas del As al X con las cartas del paje, el caballero, la reina y el rey.
De forma ordenada cada uno de los palos se compone por el diez, el as, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho, el nuevo, el rey, el caballero, la dota y la reina.
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